Dulce sabor amargo.
Compongo con las teclas
la melodía melancólica,
buenos tiempos recuerdo,
recuerdo igualdad en ambos
lados del corazón.
Todo lo que toco se convierte
en cenizas, todo lo que amo
pasa fugaz como una estrella.
Estas palabras son un tormento
infinito dentro de mi alma.
No hay rosas, no hay rima,
no hay metáforas, no hay
tradición, no hay normas.
¿Existe la libertad?
Prisionero del tiempo,
esclavo de mi ego, condenado
destino de ángel caído
sin poder volar a mi hogar
en el cielo.
Lagrimas de un cuerpo
que llora sin alma,
pena de un entierro
que me devora sin calma.
Poeta ciego en la noche
no hay poema sin dolor,
manco corazón que escribe
sincero con tinta de amor.
Dulce sabor amargo,
recibo de cada instante
una carta de algún recuerdo,
testigo arcano de mi mente.
“Todo dolor es un recuerdo de nuestra condición elevada”.
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