Bienvenido a la jungla.
Hace tiempo, al empezar el instituto, era una persona más vitalista y menos reflexiva o desmoralizada, dentro del contexto estudiantil me he cargado de vicios que intentan llegar a virtudes, pagando y perdonándome los tropiezos en el camino. Todas estas palabras surgen de la represión o complejos que me e impuesto debido a la circunstancia hostil en la que vivo, un frente psicológico, una lucha constante dentro de la convivencia interna y externa. Para remediar los errores empecé a analizarme conducido por la lectura y la escritura, mis mejores maestros no han sido profesores de instituto sino que han sido los libros que he elegido o que me he encontrado. Filosofías, novelas, guías espirituales, pensadores cultos, poetas, música, todo este tipo de pedanterías han forjado mi personalidad durante estos últimos años. Conócete a ti mismo y conocerás al ser humano. Para resumir brevemente, yo he repetido todos los cursos en el instituto de momento, pero, la primera vez que repetí no sentí ningún tipo de frustración, con el paso del tiempo empecé a ver la ignorancia que tengo y que nunca se acaba y, esta misma (la ignorancia) me empujo a buscar la sabiduría. Entonces, empecé a tener la necesidad de aprender mas de lo que podría aprender del instituto y de la gente que allí conocía. Salgo perdiendo cuando le guardo rencor a la vida porque el rencor solo te convierte en esclavo de la ira y de la venganza, causando un proceso de autodestrucción. Parece que la vida tiene momentos que sabes que dejaran huella en tu memoria y otros que simplemente olvidaras. Cuando estoy en la calle me gusta ser una persona fría y pensadora, ocultar la espontaneidad de mi carácter por un rol diferente, un trato más sociable. Cuando cae la noche, se huele a yerba y el cansancio derriba el muro que protege mis secretos, camino en la abstracción infinita y ya no estoy en los pasillos que limitan mi senda. Aquí escribo lo que pienso y pienso lo que escribo y me veo a mi, fuera de este folio en blanco, no se como moverme porque aquí creo lo que escribo y puedo predecir que pasara detrás de cada palabra, pero, fuera de esta abstracción yo solo soy un jugador mas que se sorprende de lo desconocido y que lucha por la supervivencia.
2 comentarios
Luis -
desperdicio de oxígeno -
Me recuerda a una película de Woody Allen titulada Desmontando a Harry, que trata sobre un hombre cuya vida es un desastre, un caos total, nada puede hacer por remediarlo, en cambio, cuando teclea en su máquina de escribir, toma decisiones y pone orden en un mundo de ficción.
Al fin y al cabo, ¿no esa es la razón del pensamiento y la creatividad, exorcisar nuestros demonios y dotar de algún significado a nuestras experiencias?
Un saludo.