El viaje sin fin conocido.
Cada uno de los individuos que cumplimos diariamente con nuestras responsabilidades y obligaciones estamos construyendo un plan de futuro que va a formar nuestra estrecha burbuja de realidad, resumidamente, esta es la fase conocida literalmente como sentar la cabeza. Yo no quiero terminar sentado en la esquina de la barra de un bar cutre, bebiendo whisky, sin pelo en la cabeza y sin ninguna posibilidad de salir de los límites de mi realidad. Yo no quiero vivir así. Me remueve el estomago pensar que llegara el día en que mis sueños se abran desvanecido de mi espíritu por estar anclado en el contexto de una vida estable. ¡Sentar la cabeza! Pero si no quebrantamos la barrera fronteriza que delimita la línea de los prejuicios nacionales, no conoceremos la especie humana, no sabremos que hay mas allá de la realidad en la que nos movemos, no conoceremos otras formas de vivir, cultura, pensamiento, costumbres, etc. Se me esta pasando la vida como las estaciones de un tren y yo sigo sin pararme para conocer algún horizonte nunca visto antes. Ya no hay idealistas. No hay soñadores. Hemos decidido que queremos anclarnos en la realidad. ¿Por qué? .Yo quiero ser como aquel personaje, Ernesto Guevara de la Serna, aquel que partió de argentina (Buenos Aires) para recorrer toda América del sur con el afán de conocer a la especie humana y pasear por las tierras del mundo (tenia 24 años y decidió viajar durante 10 años por países latinos), tan solo usando una moto y acompañado por su elocuente amigo Alberto Granados. Abandonaron su hogar para cumplir un único propósito, conocer el mundo que les brinda la vida, dejaron cualquier comodidad que ofrece vivir en una casa, sin lujos y sin plata (dinero), tan solo, viajando con la poderosa (un ciclomotor de marca Norton) hasta que se rompió definitivamente y, siguieron su camino andando por que tenían un fuerte espíritu aventurero y porque eran dos magníficos idealistas que nunca decidieron volver a su ciudad sin antes ver lugares desconocidos. Yo quiero ver mundo para que el mundo me vea a mí. Y luego escribir cada detalle que guarde en mi retina. Hacer un poema. Hacer una reflexión. Sobre todo, sentir que soy libre para vivir la vida, saber que los sueños se pueden cumplir si te lo propones. Si luchas por el. Si transformas la semilla que germina en tu cabeza en un árbol que dará sus frutos. El único medio que me transporta a sitios sin conocer son los libros. Viajo por letras internacionales de personas que escriben desde los lugares más inhóspitos, alejados de la estrecha e indestructible realidad.
4 comentarios
Lo Que Siento -
Anónimo -
Luis -
AdiossS
Florecilla silvestre -
Una sugerencia, parate en busqueda de la belleza y armonia entre las palabras, recuerda que son el sosten de las ideas.