Desventuras y aventuras.
Hoy ha transcurrido el día como otro cualquiera. Me desperté con los primeros rayos de luz radiante del mes de Mayo, apuntando a mis ojos pegados por el sueño. No quería despertar, estaba inmerso en un sueño fantástico, era un pirata. Un pirata de esos que roban en el mar, generalmente asaltando barcos y en busca de una aventura sin igual, buscando un tesoro perdido y recorriendo las turbulentas aguas salvajes por mares todavía sin explorar. Me sentía fastidiado por no haber continuado con la ventura onírica. Pude levantarme de la cama desinteresadamente. Obligado. Atrapado por mis tareas diarias. Entonces me dije a mi mismo que ojala el día vaya a la velocidad de una estrella fugaz y que la mañana y la tarde, fuesen tan solo un recuerdo borroso, como los recuerdos de una persona afectada por alzheimer. Hasta que llegara aquella atmósfera mágica que tienen los sueños para volver a sentirme como aquel pirata que yo recordaba. Volver a ser aquel tipo que me brindaba mi inconsciente para disolverme en un mundo de aventuras. Porque así me sentía lleno de vitalidad, tenia una energía que solo la encontraba cuando mis parpados se cerraban. Podía hacer cosas ilimitadas. Podía ser aquello que siempre quise. Podía viajar sin fronteras por los caminos de la imaginación que creaba mi inconsciente, encarcelado durante todo el día menos cuando bajaba el telón consciente de la realidad y subía el telón de nuevo para hipnotizarnos con un viaje mágico, ilimitado e infinito de aventuras de corsarios. Las palabras tienen la finalidad de dar sentido a este relato, pero, el significado de ellas queda limitado porque las aventuras que yo experimento son fantásticas y no por describirlas con palabras, sino, por hacerlas reales haciendo uso de nuestra única y olvidada habilidad, una pluma de escribir que ya no se vende, la imaginación. Cada noche cuando llego a mi dormitorio, me pierdo en este universo de ensueño, para poder verme siendo un pirata viejo, con pata de palo, parche en el ojo y con cara de malo. A veces olvidamos que nuestros sueños fueron los culpables de empujarnos a ser aquello que somos y, existen desgraciadamente, personas que perdieron el recuerdo de su tesoro mas profundo, olvidaron la identidad de sus sueños y ocultaron su propia identidad.
3 comentarios
lunaaaa -
Luis -
Voy a dormir...
O2w -
Maldito despertador...