Fue un error seguirte.
Días de miseria, días en los que no sabes el sentido de todo. El orgullo es el culpable de la mayoría de los fracasos y el responsable de casi todas las frustraciones. Una práctica cotidiana de meditación podría equilibrar la lucha interior arraigada durante tanto tiempo en mi interior, como aconsejaría un consumado practicante de meditación. ¿Por qué en estos tiempos hemos dejado de lado la espiritualidad? Hay muchos caminos para encontrar un equilibro moral o mental. Antes, se inculcaba obligatoriamente una educación religiosa que con el paso del tiempo se ha olvidado o se ha querido olvidar, precisamente, por haber sido una obligación y no algo voluntario. Ahora, ya nadie se interesa por educar su alma, su moral o conciencia. El alma evoluciona como todo, cambia la moral de las personas y la forma de ver la vida. Odio odiar y sobre todo odio hacerme daño siendo siervo y esclavo de mi orgullo. El orgullo solo te hace sufrir y te golpea. Creo, que lo que mas daño le hace a las personas es su propio orgullo porque cada vez nos protegemos mas en el, en la ira, en la furia, en los celos, etc. Nos encierra en una armadura incandescente que retiene los golpes, lo malo es acostumbrarte a llevarla puesta todo el tiempo. Como cuenta la historia de el caballero de la armadura oxidada, tenía todo lo que un caballero medieval necesita, un castillo, una esposa con hijos y una reputación honorable. El problema empezó cuando se acostumbro a llevarla puesta todo el tiempo, con ella (la armadura) consiguió vencer muchas batallas, también, le dio reputación y lujo pero la llevo tanto tiempo puesta que la armadura se oxido y no se la podía quitar. No se conocía y no podía amar a sus seres queridos porque la armadura se lo impedía. Su mujer, como el tenía la armadura puesta todo el día debido a sus obligaciones como caballero famoso, no podía seguir viviendo con el, se olvido de ella y su hijo, sus mas preciados tesoros, lo que le daba amor y libertad. El caballero desesperado por la amenaza de su mujer que decía que se iba y, angustiado por no poder quitarse la armadura oxidada, se fue de su casa triste y desesperanzado. Buscando a alguien que le ayudara a quitarse la armadura. Tenia todo lo que una persona desea, pero, no se conocía, solo conocía su lado mas superficial, el de caballero famoso. Encontró a un gran sabio que le llevo por el sendero del silencio, del conocimiento y de la voluntad y osadía. Hasta que su camino acabo y, consiguió llegar a la cima de la verdad, la verdad de que su vida de caballero le impedía ser libre, le impedía conocerse y amarse, lo que nos permite ser capaces de dar amor.
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